Juez Seijas procesó a una mujer e inicio procedimiento infraccional a dos adolescentes por triple homicidio en Rivera

01.09.13, de DICOMI-SCJ.- El Juez Letrado de 1º Instancia de Rivera de 1º Turno, Dr. Marcos Seijas, dictó el procesamiento con prisión de una mujer e inició procedimiento infraccional a dos adolescentes por su participación en un triple homicidio que acabó con toda una familia, en un episodio que conmovió a la comunidad de dicha departamento.

De acuerdo al relato del magistrado, tras una paciente y eficiente tarea de investigación judicial y policial (a cargo de la Jefatura de Policía de Rivera), con un gran compromiso de la Sra. Fiscal actuante (Dra. Gabriela López Aguiar), se logró establecer que la iniciativa provino de la concubina del hermano de la víctima, quien sentía profundo rencor por su cuñado y concuñada. Las desavenencias tenían su origen en que el matrimonio fallecido y su hijo residían en un bien sucesorio, propiedad de los hermanos, presuntos únicos herederos de la mencionada casa y de un campo del cual recibían una renta. La mujer ahora procesada, de 40 años de edad, de profesión docente (profesora de Educación Media, opción Biología), hacía público el desprecio que sentía por el hermano de su compañero y por la esposa de aquel, a quien llamaba despectivamente "esa negra" (pretendiendo menoscabar su persona por considerarla de otra raza, lo que advierte una personalidad discriminadora y socialmente reprobable).
Su ira por la situación y su interés por hacerse de una casa de alto valor económico, en pleno centro de la ciudad, la llevó a planear la muerte del matrimonio y su pequeño hijo. Fue así que contactó a un joven de 19 años de edad al que conocía desde hace muchos años por ser vecino cuando ella residía en un complejo de viviendas cercano al predio del Estadio "Atilio Paiva Olivera". Asimismo, le pidió que consiguiera a un amigo que lo ayudara, contactándose con otro joven de 17 años de edad. Con ambos fue en dos ocasiones hasta la casa de la calle Paysandú para ver el movimiento existente en la zona.
En razón de que el segundo de los adolescentes era de escasa corpulencia, la mujer pidió al primero que consiguiera un amigo de mayor porte. Fue así que le propuso la idea a otro joven de 16 años de edad, quien aceptó participar.
Los tres complotados fueron a la casa de la infortunada familia (se presume que el día 7 de agosto). La mujer tocó timbre y cuando su cuñado salió para abrirle, los otros dos lo toman por la espalda y lo fuerzan a ingresar a la vivienda, donde lo matan con una puñalada en el cuello.
El niño murió por asfixia en manos de su tía política, quien le había manifestado a sus compañeros de crimen que ella misma pondría fin a la vida del infante para que no fuera como el padre, no quedaran herederos y así hacerse de la casa familiar. Lo colocó sobre la cama matrimonial, le apretó la boca con las manos, luego le puso una almohada en el rostro para sentarse sobre él hasta que el niño dejó de respirar.
Después revisaron toda la casa en busca de dinero, que la mujer sustrajo para sí.
Cuando advirtieron la llegada de la dueña de casa, se ocultaron para esperarla. La tomaron por los cabellos y la arrojaron al piso. La ultimaron con el mismo cuchillo que habían matado a su marido. Su concuñada le asestó puntazos en el pecho (especialmente sobre los senos) mientras la insultaba. Como no lograba matarla, el adolescente de 16 años tomó el arma blanca y le dio una puñalada en el cuello. La docente colaboró en la tarea y golpeó el mango del cuchillo para asegurarse de inferir una herida más profunda.
El magistrado procesó a la mujer por la presunta comisión de dos delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados, en reiteración real y en calidad de autora.
Los homicidios están especialmente agravados por la premeditación y muy especialmente agravados por ejecutarlos para consumar otro delito. Además, dos de ellos muy especialmente agravados por el precio o la promesa remuneratoria y uno de ellos muy especialmente agravado por realizarlo con grave sevicia.
En cuanto a los dos adolescentes, les inició procedimiento por la presunta comisión de dos infracciones gravísimas a la ley penal, tipificadas como delito de homicidio especial y muy especialmente agravado. El primero en calidad de autor y el segundo en calidad de cómplice.
Atendiendo a la fecha del ilícito, el Juez Seijas declinó competencia ante el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Rivera de 2º Turno, ordenando remitir las actuaciones en la forma de estilo.


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