El Juez Letrado de lo Contencioso Administrativo de 1º Turno, Dr. Gabriel Ohanián, declaró prueba ilícita la grabación de una conversación que se hizo sin conocimiento de la otra parte. El registro de ese diálogo estaba un disco compacto presentado como anexo a una demanda promovida contra una dependencia pública. Al evacuar el traslado, los demandados no se pronunciaron al respecto y el juez ordenó incorporar toda la prueba documental sin otras consideraciones. Sin embargo, una vez advertido de esta situación, el magistrado dejó claro que “el CD conteniendo una conversación entre el actor y su jerarca no es, de ninguna manera, una prueba documental”, por lo que no puede considerarse incorporada al proceso.
Además de las consideraciones de orden formal referidas a la normativa procesal, Ohanián puntualiza que “la grabación obtenida sin anuencia o conocimiento de quien es registrado, es prueba ilícita porque violenta caros principios constitucionales”, y agrega que “de aceptarse esta posibilidad con validez probatoria, significaría la muerte en el Estado de Derecho de la liberta de expresión en los diálogos y terminarìa convirtiendo a cada individuo en un paranoico que al emtir cualquier concepto, aún en conversaciones íntimas, tendría temor de que sus dichos fueran luego utilizados, vaya a saber con qué propósito o en qué ocasión”.